El primer caso documentado de una persona convaleciente durante más de 60 días es el de Lady Kate Preest, en 1812.

En la colección de notas al margen del diario de Lord Byron, publicada en Londres en 1943, aparecen este comentario:

"La señorita Lady Kate Preest ha cumplido ya dos lunas sin moverse de la cama de su casa. Su voz es aguda, lenta y llena de aire. Sir Francis Preest la acompaña en ocasiones, pero parece querer evitarla.

Conversamos banalmente hasta que le pregunté qué es lo que más temía. Que el láudano no me traiga el sueño, contestó. Narró después una larga noche donde la criada olvidó ofrecérselo y donde ella no recordaba haberlo tomado. Esa noche donde no durmió fue, así me dijo, peor que cualquier pesadilla. Luego reflexionó sobre las cosas que sueña, y sobre cómo al dormir se alejan los dolores y parece habitar en otro reino.

Usó estas palabras que acaso puedo tomar para el poema que estoy trabajando:
'La muerte y la existencia tienen una frontera: es el sueño, que reina su propio mundo'."